Quiere el varón, capaz de dominarla, hacerla sentir
orgullosa, sin perturbar su individualidad secreta.
Selectiva con sus amistades, cualidad que ayuda a dominar
los excesos.
No nos podemos meter en la piel de nadie por mucho que nos
parezca haberlo logrado mediante el espejismo momentáneo de la fusión.
Lo mismo que las olas, perseguirse, gozar y luego deshacerse
por separado.
1 comentario:
Hay que hacer algo con todos tus relatos. Te lo digo en serio, que me gustan. Para las ilustraciones cuenta conmigo, ya veremos.
Muas.
Publicar un comentario